Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.